GOL. La Real Academia Española lo define como: “En el fútbol y otros deportes, entrada del balón en la portería”. Refresco ese dato porque seguramente muchos de nosotros no recordamos su significado. GOL, palabra sagrada. Ideal para gritarla desaforadamente. Pero no es nuestro caso últimamente. Tan preocupante es, que debemos enfatizar el análisis en esta cuestión. Un partido donde el rival entregó la pelota en todo momento, dejó que River se haga dueño del trámite y maneje los tiempos a gusto. Los defensores no pasaron sobresaltos, apenas uno Barovero, pero nada hizo posible que la gente grite esa palabra santa: GOL. En el primer tiempo, la suerte y el palo le dijeron que no a Fabbro, que volvió a ser titular. Mora erró uno increíble con el arco a su merced y el arquero abatido. Nuevamente, de las tribunas no bajaba un grito de GOL, si no de “uuh”. Mercado pasó insistentemente al ataque, Ponzio mejoró en todo aspecto, y Fabbro jugó su mejor partido desde que llegó al club de Núñez. Teo sigue con su idea de tirarse a los costados, y Mora no encuentra a aquel que hace un año se ganó la ovación de “uruguayo, uruguayo”.
En la segunda parte se dio un trámite parecido, pero con una salvedad. Tanto nos quejamos (con razón), protestamos, reprochamos de los arbitrajes, que por fin vieron falta contra un jugador de River en el área y cobraron penal. Hasta ahí, todo bien. Pero el colombiano, que venía de participar de la clasificación de su selección al Mundial, falló su penal elevando su disparo por encima del travesaño y estrechó a 3 la racha de penales fallados consecutivamente ante este rival. (Pavone en la promoción y Funes Mori en la primera fecha del Inicial 2012). Si por esta vía no convertía, más difícil sería en una situación normal de juego. Ingresaron Andrada y Lanzini. El delantero inquietó, se mostró movedizo y rápido. Falló un mano a mano ante Blázquez y preocupó más de una vez a la defensa rival. El enganche, sin embargo, no pudo meterse en el partido en los minutos que tuvo en cancha. Apenas tocó un par de pelotas, en las que intentó penetrar como de costumbre, pero sin ningún resultado positivo. Lo último para destacar fue la atajada gana partido de Barovero, que a pesar de resbalarse, desde el piso le atajó un mano a mano espectacular a Maggiolio, aunque claro, no fue la mejor definición del delantero. Si no pudo Teo desde la pena máxima, nadie iba a lograrlo. Final en cero para ambos lados.
River suma 15 puntos y 8 goles a favor en 12 partidos. Por primera vez, los protagonistas asumieron que la Copa Sudamericana es el único objetivo restante del semestre, y todo estará apuntado al torneo continental.
El penal fallado de Teo:
Los concentrados para el partido vs. Rafaela
Las fotos de Desde la Cuna en el Monumental
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